Conclusiones, descubrimientos...yerbas.

He descubierto algo esta mañana... Mejor dicho, dos o tres cosas, ya olvidé la cifra.
El té es igual a los hombres. Igual. Son exquisitos. Verdaderamente asombrosos. Curativos. Asquerosos. Impactantes. Hay para todos. Hombres y mujeres. Incluso hombres ficticios. Un té "con poca agua". Pero cuidado (y esta es como la décima vez del año en que me pasa esto), podés quemarte SOBERANAMENTEEEEEEE! Maldición, me cagué quemando.

Además, descubrí que cuando los demás están en la suya, las cosas que les molestaban, ya no las reciben. Porque se apuran por vivir rápido y después como que frenan... A eso de los setenta años, por ahí.

También me estoy percatando, junto con ustedes, de que ya no tengo más anteojos morados. Se me rompieron POR LA MITAD (qué suertuda que soy dios.) esta misma mañana. MÁS MALDICIÓN. Encima hoy toca Luis Salinas y claro...yo no tengo con quien MALDITAMENTE ir.
Salvo por mi reproductor musical (que aún no descubrí si es mp3, mp4, i-pod, o combinado Wincofon), salvo por mi té (quemada y todo, es delicioso, cosas que una le permite a un BUEN TÉ), estoy sola ahora... Con Frida, bueno, no jode pobrecita. Y seguramente descubrí miles de cosas más hoy, todavía no me percaté de aquello.

Una más: estuve más descolgada del blog que nunca. Mal.

Pd: Puse esa foto para recordar a mis adorados anteojos que todos miraban con cara divertida COMO SI FUERAN GRACIOSOS. (Ironía). Hasta hace unas horas, los tenía. Los usaba.

Y mi conclusión de hoy: Hoy en la escuela no voy a ver ni PAZ sin mis anteojos. Descubrí (descubro ahora, mejor dicho) que mis anteojos me hacían ver otra realidad. Me hicieron sentir más segura, y quizás por su color, quizás por el hecho de usarlos por primera vez cada segundo de mi vida activa. Quizás porque justo los usé cuando comencé a crecer un poco más. No lo sé. Puede ser.

¿Conclusiones? Si algún volado se anima... ~