Noto que mucha gente le teme a la escritura. Nunca le he temido. Severas veces la he relacionado con las cosas cotidianas, y lo sigo haciendo. Con la gente que me rodea, con los que no me rodean, con la realidad de todos, mi ficción. Con mi realidad, probablemente tu ficción. Tu estúpida ficción. Me es útil, no sólo que tantos desechen esa "ficción", sino que tantos la consideren estúpida y casi ni se percaten de ella. Pues, así, es más fácil captar su atención. (Ironía.)
He aquí unas estupideces (desde ahora las llamo así), que escribí hace unos días.
(Son dos textos, empecé a escribir uno, y cuando lo terminé sentí que necesitaba unas cositas más así que como son cortos los escribo a ambos.) :)
"A medida que mi lápiz se gasta"
No soporto, he descubierto, que una persona impaciente haga su mejor intento de percusión en la superficie más cercana a sus manos mientras espera algo, y que teclee la computadora con violencia, sobre todo la tecla "enter", y más aún cuando chatea o busca información en algún buscador tipo Google.
No soporto que me obliguen a mirar TV (principalmente noticias, telenovelas o programas "de chimentos" de encima un eslabón de cadena farandulera demasiado carente de ganas de pensar) a la hora de la comida. Pensemos: mi hermano me dice "¿Sabías que es muy bueno disfrutar y compartir una mesa en familia?". Respondo: "La TV no nos deja ni compartir, ni disfrutar juntos; yo no la disfruto, por ende estoy 'en la mía' y no lo hacemos juntos. No compartimos la cena, yo como, vos comés, ella come. Ustedes comentan. Yo, silencio. No tengo qué comentar, pues, estoy 'en la mía' y ustedes no." Luego uso la computadora y los oigo con reproches. Odio eso. Volviendo, él me responde con un raro: "Estás muy en lo cierto.", y calla. Luego comemos, con TV; yo en la mía, ellos comparten, dicen disfrutar de la bella rutina. Peleamos por mi torpeza incomprendida e incomprensible. Ella se va, él teclea fuerte y violentamente, yo lavo los platos porque hoy me toca, él sigue tecleando, fuma, protesta... Y yo acá escribiendo, que para nada productivo, según mamá, quien ya debe estar trabajando, con su angustia y su pollo con ciboulette en la garganta, preguntándose qué hizo mal para que yo me le rebele... Jamás me rebelo, y es, creo yo, comprensible que ella se pregunte eso, que llore y que grite, a medida que mi lápiz se gasta. ~
"Pero si mi lápiz nunca se gasta."
Pero si mi lápiz nunca se gasta. No, nunca lo hace. Mi hermano me dice que la pc se reinició sola, que tiene un virus. Y espera mi respuesta (con percusión). ¿Qué respuesta puedo yo darle, mientras leo la alegoría de la caverna para terminar así mi guía de estudio? Ahora se supone que canta. Cual enano blancanevero, canta. Ya está, "a lo suyo", ya teclea nuevamente. Rápido messenger el tuyo. La gente no sabe esperar. Yo necesitaría más que nunca plasmar esto públicamente, pues así lo canalizo todo yo. Así se va el dolor, la inquietud, la duda, la euforia, el aburrimiento, los pensamientos malos, mucho más los buenos. Mi lápiz no descansa porque no quiero que descanse. Mi lápiz nunca descansa porque mi lápiz nunca se gasta. ~
Sin fecha
Hace 11 meses.
1 pensantes:
genial como derivaste en llamar a lo q escribis "estupideces" aunq no comparto, los textos son geniales. especialmente cuando hablas de algo tan cierto y tan cotidiano q hacemos todos: "el arte de percusionar". a veces se me cruza q todos somos bateristas frustrados o algo asi. en fin si la escritura te hizo suya, dejala q tome parte de toda tu cotidianeidad. beso!
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