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lunes, 28 de junio de 2010

Azul.~



Era tan bonita cuando se fue. Yo no la vi venir, tampoco la vi marcharse. Era tan preciosa. Yo la quería. La besaba todos los días. Parecía frágil, pero yo sabía que no se iría. No podría caerse, sabía que era fuerte. Volvería. Lo soportaría. Pero tampoco yo tenía por qué hacerle sufrir así. Soportar toda esa carga emocional que ella suponía. La sentía en su espalda. En su centro de energía azul. Un azul cambiante, que mutaba todos los días para mí. Tal vez fui egoísta, ella tenía que seguir también con su destino. Tal vez alguien la encuentre. Tal vez ya la encontraron. Nunca la besarán como yo la besaba, pero la besarán a su modo. Y espero a ella le guste. Que le guste mucho, espero.
Pensé que llegaríamos a viejas, las dos. Ella en su lugar. Y yo en el mío. Que conocería a mis hijos, que tal vez sería lo azul en la boda de alguna de ellas. O lo viejo. Ya estaba vieja... Era tan bonita cuando se fue.
Yo no la vi venir. Jamás la vi venir.
Tampoco la vi marcharse.~

jueves, 4 de junio de 2009

Enya...



Hermoso video...
No lo pude evitar...
Quien quiera, sólo pinche y deléitese :)

viernes, 29 de mayo de 2009

Comunicado con suave voz.


Hoy me desperté entre sueños. Estoy genial, espléndido, maravillado. Me sacó de bostezos un suave mensaje de texto, en mi odioso celular. No pude más que sonreír, soy un hombre sensible, que se conmueve. No soy sólo una cara bonita. O no tan bonita. En fin, decía que me despertó mi teléfono y un tenue comunicado, que hubo de dejar mi boca apenas debajo de mis ojos, mientras mi nariz se elevaba también. Mi piel se puso suave, y aunque esto no sea literalmente cierto, así es como lo sentí. Y para mí, eso es real. Entonces decidí que antes de abrir ese mensaje, pondría música, prendería un sahumerio de naranja, mi favorito, y me haría un café cargado, para comenzar la prematura mañana. El día irradiaba un sol adorable, que me dejó deslumbrado. Mis ojos percibieron cómo las blancas cortinas de lino trazaban figuras abstractas en medio de la habitación, a medida que yo abría la ventana, de marcos patinados que pinté un día solo, que iban desde el beige hasta el blanco, pasando por un atino a cian en medio. Las paredes blancas me hablaban; paredes con dibujos estilo comics que una ex novia me había ayudado a plasmar un día, mientras no sabíamos qué hacer en una tarde de domingo. Pero decía, las paredes me hablaban... las muchachas en una pared, con la toalla a medio caer y los cabellos mojados, cortos, sobre la sien, me indicaban que debía mirar la pared opuesta. Allí se veía un cerco, casi exasperado por el viento y la naturaleza, con un agujero poco notable, y un par de ojos asombrosos y asombrados, asomados por ahí. Ojos de curiosidad. Las paredes blancas me hablaban. Y me contaban la composición de mi cuarto, mi útero. Mi cama, de doce centímetros de altura, con sus rueditas incluídas, para moverla por toda la habitación liberalmente a mi antojo, me invitaba a pasar a su superficie, colchón abrigo. Colchón. Abrigo. Y así me perdía en el tiempo, en la naturaleza, en la vida, en las situaciones. Pero no olvidaba mi propósito, el mensaje. Mi teléfono mostraba de quien era el mensaje, y ese número sólo podía escribir por dos motivos; el primero, más que seguro no era, podía ser a causa de algún problema, de que necesitase mi ayuda... pero siempre algo me dijo que no me buscaría a mí, así que desterré esa chance. Luego, la segunda opción... No. Decidí abrir el mensaje y dejar que la alegría copara aún más mi territorio... Así que tecleé... "Lo siento, estás despedido."
Y sonreí, y fingí ser libre y corajudo. Cuando en realidad, me costó varias semanas, diría cinco, poder despegar. Y no despegué, me despegaron. Pero sonreí.~

lunes, 18 de mayo de 2009

Piano...


Pensar, entre té de naranja y sahumerio de limón, las ganas de tocarte que tengo. Tu lado más visible, más tangible, tu lado blanco. Tu lado más profundo, tu lado más difícil, el más mágico y estremecedor... tu lado negro...