Querida Sally, lamento causarte cualquier tipo de asombro. Suelo observarte cada miércoles en aquel café donde pareces reposar tu mente y dejarte llevar por ti misma. Extraño verte en la plaza, tu sonrisa es mucho más fuerte de lo que todos creen. Yo lo sé. La he visto. La adoro. Tú me provocas querer oler el aroma de las flores que habitan mi jardín. Aquellas que no sabía que existían. Me ha tomado tiempo poder alcanzarte esta carta. Sé que eres casada y no me interesa más que admirar tu matrimonio. No deseo nada respecto a eso. Sólo que no salgas con miedo a la calle. Que me dejes seguir observándote desde mi pequeño rincón. Ese que tú ni imaginas. No te escribiré más si así lo decides, Sólo quisiera que sepas que hace tiempo que tu tez mueve mi alma, que tus ojos me dejan desvelado a la madrugada. Que tu sonrisa y el aroma de mis flores se fusionan Y hacen de mí un huracán que no puedo controlar por más que quiera. Sólo te pido que me des una respuesta, si el tiempo y las ganas te lo permiten. No sino. Ni te molestes. Yo seguiré oliendo mis flores, de las que no conozco ni el nombre, pero huelen a ti. Sé que huelen a tu cabello. Aquí estoy, para ti. Si deseas responder, puedes hacerlo. No es necesario que me digas nada acerca de esta carta. Sólo confía, te lo pido por favor. No estoy loco, tan sólo enamorado. ¿Tú sabes lo que eso significa? Me despido. En el sobre está mi dirección. Si me crees un demente, no me acuses, no lo estoy. Tan sólo ignórame. Por favor. Disculpas. Saludos. No necesitas más que eso. Tú lo tienes todo.
Demmian.
[Eso es un fragmento de un cuento sin terminar. Planeo terminarlo. Jajaja. "Planeo". Hacía tiempo que planeaba terminarlo, mi protagonista está cansada ya de esperarme y yo no tengo nada más qué hacer, así que debería plasmar su destino en hojas de word, mientras las canciones me llevan al final feliz, triste o abierto. Mientras las poesías, los poetas, y los pianistas más elegantes se van, y sólo quedan las escencias elegantes de ellos, las que en verdad perduran. Desearía poder estar orgullosa de mí. Hoy voy a cambiar algunos hábitos en mi vida, espero poder hacerlo de la manera más acertada, que es la que quiero. Espero no tener demasiadas espectativas, no me voy a decepcionar como antes si algo me sale mal, no importa que mañana haga caso omiso a esto. Hoy no me importa el dolor interior (en todo aspecto, desde la gripe que ya termina, hasta el corazón que me llora queriéndome hacer caer) mientras haya música, un poeta y un pianista. Y Sally, quien se ha convertido en mi principal herramienta de desarrollo para las fuentes de inspiración que me da la vida, principalmente las mujeres que me rodean y las que hay en mi cabeza, como así también las mujeres y niñas que soy yo. Sally somos muchas. Sally no hay una sola. Sally son las madres que sufren por conseguir un poco de pan para sus hijos, y también las que sufren por conseguir turno en el cirujano, que también sufren. Sally son aquellas rebeldes revolucionarias, que logran cosas trascendentes,y también son las que se quedan en sus casas, quizás por temor, también sufren. Sally son las más felices, vivaces, alegres, que a veces creen que llorar es un pérdida de tiempo. También sufren. Sally son aquellas que no dicen nada, las que viven por los demás, las que callan, y algún día hablarán, explotarán, pero también son aquellas que sufren por decir de más. Sally no es sufrir. Sally es un invento de mi cabeza, y es mi manera de ver - y de contar - las mujeres que yo sí veo. Sally siente, siempre siente. Sally tiene algo que decir, es por eso que intento ayudar a esas Sally que no pueden sacar la verdad afuera de sus cabecitas, que no pueden gritar que cosas extrañas les han sucedido y que han sido juzgadas, y también, y lo peor, que se han callado. No todas son Sally. Pero todas pueden serlo. De todos modos, esto no es importante. Sólo para mí, sólo para poder escribir. Es mi excusa.]~
1 pensantes:
Segui dandole vida a Sally, todas tenemos un poquito de ella...
Beso!
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