Mostrando las entradas con la etiqueta Primeros Besos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Primeros Besos. Mostrar todas las entradas

domingo, 26 de abril de 2009

Niño, has crecido rápido.


Parecía irreal. Niño, has crecido rápido. Un pedacito de tu piel estuvo oculta bajo tu encanto, un milímetro cuadrado de tu piel has ocultado. Magias por doquier, sin parecer hechizar tanto como aquellas manos... Parecía real, niño, has crecido rápido. Tan veloz como todo ha de pasar si vivís la vida como se debe vivir. Nada cuerdo, nada que podamos explicar. Lo saben, lo sé. Niño, has crecido rápido. ~

jueves, 23 de abril de 2009

Suerte...

Suerte que no espero nada,
porque todo me está llegando solo...
Suerte que aún existe Calma,
porque todo se me da a mi antojo...
Suerte que aún hay miradas,
porque ahora te miro de reojo...
Suerte que persiste el alma,
de otro modo serviría el odio...

Suerte que no estoy perdida,
puedo guiarme con tus senderos...
Suerte que ya no lastima,
tu imagen clavada en los cielos...
Suerte que ando vestida,
con los colores de tus desvelos...
Suerte que puedo admitirte,
ahí, en la cara, que yo te quiero. ~

martes, 17 de febrero de 2009

Aquellos Primeros Besos.


Hoy me puse a pensar en aquellas veces, cuando era una niña con todas las letras. Cuando ejercía realmente mi cargo de infante. Cuando soñaba desde mi habitación, tranquila, y lloraba de alegrías sin ser verdaderamente molestada. Tenía mi lugar. Mi territorio. Aquel que añoro, aquel que sé que volverá. Y tal vez por eso lo añoro. Por aquellos tiempos, soñaba, como muchas niñas, con mi primer beso. Pensaba con inocencia e ingenuidad en cada detalle. Era bastante joven cuando aquella duda se presentó. Era extraño pensar en algo que aparentemente desconocía por completo. Yo soñaba en la oscuridad, presa de mi mente, de mi música, del altavoz de mi siempre improvisado estereo que tenía los graves más graves que de costumbre. Yo volteaba mi vista y siempre lo veía ahí, de pie, arrodillado, sentado, acostado a mi lado. A veces imaginaba que con aquellos dedos, apenas notables, me tomaba la mano, mientras mi cabello dorado se escapaba de su lugar, intentando alcanzar su rostro, el cual, por cierto, nunca conocí. No sé muy bien cómo era aquel hombre, no lo recuerdo al menos. Desconozco su cara, su cabello, sus ojos, algo tan importante como los ojos...no lo recuerdo. Pues, bien, era sólo producto de mi imaginación, creo. Si algo sé es que mi primer beso fue dado. Locuras de niños. Lamentos, pues tampoco lo recuerdo. Aquello que tanto esperaba se ha desperdiciado. Y no es que haya dado demasiados besos, sólo que, quizás, mi ingenua mente me ha traicionado otra vez. Ahora siento que podría soñar con cientos de primeros besos, cualquiera puede ser el primero, dependiendo las circunstancias.~ ☺


(La foto es de Klimt, "El Beso", obra que gracias a una profesora, comenzó a ser de mis favoritas.) ♥