Con sinceridad, caballeros y damas, damas y guachos, hoy es un día para tango. Pero lejos de los lamentos y los amores perdidos; de los cambalaches y otras cuestiones sociales negativas; hoy es un día para tango.
Es un día envolvente. Un día para caminar, para encontrarse, encontrar.
Yo no camino apresurada, y no camino con cualquiera.
No camino para poner en forma mi cuerpo, sino mi alma. Eso pensaba hoy mientras bordeaba el Paraná por acá cerca...
Mientras tenía música en los oídos y había gente imaginaria que me sorprendía con su espontaneidad.
Había cosas que se deshacían por sí solas, fluían, y volvían a ser... Cosas que vivían, morían de amor, morían de oxígeno, era una muerte dulce, flotaban, y volvían a ser. A vivir. A nacer.
Se recortaban fotografías y el aire las adhería nuevamente.
Se recortaban vidas, y la vida misma las volvía a unir.
Porque hoy, lejos de lamentos y amores perdidos, es un día para tango.~