Correcto, vivir vidas ajenas, yerbas y mates.

Como esa vez, en la que sobraban las palabras. Nos entendimos igual. Nos las ingeniamos lo suficientemente bien como para existir. Y aquí estamos, ¿no? Todo esto es demasiado ajeno como para apropiarlo. Es demasiado lejos como para ir a visitarlo. Demasiado absurdo como para explicarlo. Demasiado claro como para alumbrarlo. Demasiado frío como para abrazarlo. Una situación demasiado demasiada. Medio atormentada. Nada buscada. Como palabras en el papel equivocado. Esto es vivir la vida de otros. Como escribir en el papel ajeno nuestro mejor y más preciado poema. Como olvidar en el momento justo la línea perfecta que tanto habíamos construido. Exacta e irremediablemente idéntico a hacer a un lado aquello que tanto amamos, lo que nos apasiona, reemplazándolo por todo aquello que dicen es correcto. ~